
creí saber cómo pintar la cara del amor
tras amarme a mi misma
a través del cuerpo
me dieron lienzo, capa y espada
y más de una palmadita en el hombro
de asombro ante el pulular de mis días
hay quien dice que fui guerrera de la noche,
anarquista de coctelera,
o diosa de fast food
el gran buffet de carne argentina
dándoselas de internacional
a los postres
creí conocer todas las bragas
de algodón de sexo
que guardaba en la cómoda
las de días despiertos
que eran todos al lado de nadie
y las tristes de mercadillo
aquellas secuaces de vagina
independiente
ante los candados del mundo
¡qué no hacer
si proveía de todo el pecho
los "me da igual" a ratos
y el paso eficaz del hambre!
¡por qué decir verdades
si se puede mentir a medias
que es más justo y divino!
mientras mezclaba pigmento y trementina
sólo tapaba cicatrices de mi cuarto
y en verdad creí
e incluso
afirmé
conocer la cara oculta del amante
cuando me llevaban por el bulevard
los antojos y las prisas
pero esta es la aventura intacta,
la cordillera del latido:
que después de una montaña
siempre se encuentra otro valle,
otra geografía humana
haciendo ouroboros conmigo