madrid es
un estómago que digiere despacio
es
zumo gástrico de boa
para pavor de la presa
víctima que somos todos
muchas bocas
para tan poco botín
madrid es
abdomen elástico
como toda serpiente tatuada
es
la maleta de personas
en la que todos caben
músculo caliente
que acepta su expansión
con aspaviento cansado
de metro en madrugada
y todo el que llega
con boca de lombriz del desierto
estalla lisérgico
en su asfalto
que no es sino víscera
vestida de calle,
alto secreto de estado,
organismo extraradial
nadie sabe la verdad:
que el cemento late,
respira,
copula,
en todas las vidas
a través de las ventanas,
de los chaflanes intactos
de 1930
madrid
duda
entre el cansancio de los bares
y la guerra de independencia
entre ser vieja o ser sabia,
quizá lugar para enterrarnos a todos
aún no ha decidido si quemar papeleras
o invitar a unas tapas los domingos
si vaciar las plazas
o llenarlas de municipales
¡que se revuelvan sus vivos
y aún más sus muertos!
todavía se puede pillar al oso por las zarpas de gato
y hacer con el madroño una reserva
para palomas indígentes en la puerta del sol
todavía queda tiempo
para cenar de sobaquillo en el barrio
e invitar a los cuerpos de seguridad del estado
a un vasito de sangría
y que se olvide el mundo
de la indigesta capital