Archivo

on the road


creí saber cómo pintar la cara del amor
tras amarme a mi misma
a través del cuerpo

me dieron lienzo, capa y espada
y más de una palmadita en el hombro
de asombro ante el pulular de mis días

hay quien dice que fui guerrera de la noche,
anarquista de coctelera,
o diosa de fast food

el gran buffet de carne argentina
dándoselas de internacional
a los postres

creí conocer todas las bragas
de algodón de sexo
que guardaba en la cómoda

las de días despiertos
que eran todos al lado de nadie
y las tristes de mercadillo
aquellas secuaces de vagina
independiente
ante los candados del mundo

¡qué no hacer
si proveía de todo el pecho
los "me da igual" a ratos
y el paso eficaz del hambre!

¡por qué decir verdades
si se puede mentir a medias
que es más justo y divino!

mientras mezclaba pigmento y trementina
sólo tapaba cicatrices de mi cuarto

y en verdad creí
e incluso
afirmé
conocer la cara oculta del amante
cuando me llevaban por el bulevard
los antojos y las prisas

pero esta es la aventura intacta,
la cordillera del latido:
que después de una montaña
siempre se encuentra otro valle,
otra geografía humana
haciendo ouroboros conmigo

tras bambalinas




no es serio
ponerse a hablar de una misma
sentada en la silla con la espalda recta

así no se hacen las cosas
de un modo que no salga de dentro
o del "porqué sí" enmascarado
que todos guardamos a oscuras

hay que reencontrar
el verbo HACER
de la infancia

porque subsiste
desde la guardería,
para beneplácito de los amargos,
en el salón del hígado

hay que beber albedrío de recreo
y jugar con la identidad
como media luna de metal
sobre la que elevar un castillo

porque así no es serio

iluminarme con flexo de adultos
y pretender que suelte por la boca
el dni de mi dolencia
los tropezones que como
e
s
c
a
l
e
r
a
infinita
me tiran p'alante

hay que respirar
y que el pesimismo de la inteligencia
de paso al optimismo de la voluntad
para quitar losas de fe hirviendo en otros

¿acaso no vamos todos a la búsqueda del yo,
con el santo grial como cantimplora a la espalda?

así no es serio
que me hagan desprender de mis penas
sin maquillarme
por lo menos,
el alma a brochazos

maniática



(...)
"vamos, que también dicen que dan suerte los lunares en las manos
pero yo pregunto si no será mayor fortuna hallar la luna en ellos
monopolizar la marea de mis manías
para convertir en humo unos bastones inermes
que sólo despiertan al quitar las legañas, preparar un café y acariciarse los muslos

estos dos vagos púlpitos
en soledad depilada

estoy saliendo de mi
(cada vez que entras)"
 

Copyright 2010. All rights reserved.