para espiar la Paciencia de puntillas
sobre la verja de vuestros jardines,
para creer que el crepitar en hierba
de todo aquello que nutre,
seguirá nutriendo por siempre
las plantas de estos pies llagando la puerta de mi energía.
Pasearé todos los no cumpleaños cocinados en luz
con presunción inocente prendida del labio,
bestiario de mis difuntas mujeres recitando de entre las muertes
el mejor modo de seguir con vida
mientras la perfección de la experiencia
clama Eureka en la probeta que me hierve
a toboganes de viento.
Lo siento
si pienso demasiado en cómo dejar de pensar en todo,
en masticar sin rumiar lamentos atrapados en la butaca ,
en una rave constante bombeando
salvaje
la luna de mis emociones
(o satélite de amor en la cama a media tarde)
Captura y almacenaje de mi brío entre las nieves
para recitar con pasión desde las sienes que cercenan
y aprenden tablas de multiplicar y verbos
mezcla exacta de ingredientes
y esa pizca de canela endulzando el más y el menos
de los abrazos desnudos
Allí donde la Mente respira se le llama Corazón
gabinete sin puertas pero con llave
en el que se reúnen organismos internacionales de dudosa reputación y almuerzos de pereza,
tormenta de alcoba alquilada
pared sin vestir y cama deshecha
Voy a saltarme notas de autor, prefacios y cumplidos
arremolinada bajo las ruedas del camino
como el polvo edificado de la destrucción del mundo
para rebozar con mi brisa todo lo que creo elevado al cuadrado
Revolcarme en el barro
de una vez por todas